Cientos de chinos con banderas nacionales han comenzado a manifestarse frente a los supermercados de la firma francesa Carrefour en varias ciudades, con eslóganes contra la independencia del Tíbet, a favor de los Juegos Olímpicos y el boicot a la cadena de tiendas gala, informa hoy la agencia estatal.
Las protestas, que se han registrado hoy en al menos tres ciudades (la central de Changsha, la suroriental de Fuzhou y la nororiental de Shenyang) fueron convocadas hace medio mes por foros de Internet chinos, y se suceden a las que hubo hace dos fines de semana también en supermercados Carrefour de todo el país.
En Changsha, según Xinhua, varios cientos de manifestantes se concentraron hacia las 10 de la mañana (2.00 GMT) en el supermercado con pancartas en las que se leían lemas como ‘Oposición a la independencia del Tíbet’, ‘Amor a China’ o ‘La unidad es poder’, mientras gritaban arengas.
En Fuzhou, unas 400 personas se han concentrado en la plaza cercana a un centro de Carrefour para ‘discutir formas de protesta’, vigilados por 40 policías, añadió la información.
La reciente visita de dos emisarios del presidente francés, Nicolas Sarkozy, a China, después de la primera oleada de protestas en las que se pedía boicotear los productos galos, no ha bastado para calmar los ánimos de algunos chinos contra Carrefour, a la que acusan de financiar movimientos independentistas tibetanos.Carrefour, así como su accionista LVMH (Louis Vuitton Moet Hennessy), también acusada de esa presunta financiación, han negado repetidamente vínculos con grupos pro Tíbet y han mostrado su apoyo a los Juegos de Pekín, algo que también han hecho otras firmas francesas como Peugeot-Citroen, amenazadas igualmente por un posible boicot por parte de los compradores chinos.
Tras las manifestaciones del 19 y 20 de abril en los Carrefour chinos, protagonizadas por miles de ciudadanos en media docena de ciudades -entre ellas Pekín- el Gobierno chino pidió a los ciudadanos que moderen su postura y no amenacen con ningún boicot.
Sin embargo, los portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores no condenaron los hechos e incluso calificaron de ‘normal’ que los ciudadanos chinos hayan expresado su descontento por lo que consideran una campaña de sectores occidentales contra los JJOO de Pekín y la integridad territorial del gigante asiático.
Francia, junto con medios de comunicación como la cadena estadounidense CNN o la británica BBC, se ha convertido en principal objetivo de las protestas chinas, en parte por las amenazas de Sarkozy de boicotear la ceremonia de apertura de Pekín 2008 y también por los incidentes durante el paso de la antorcha olímpica por París, a principios de abril.
Entretanto, China ha convertido en una especie de ‘heroína olímpica’ a la atleta paralímpica Jin Jing, quien protegió la antorcha en París cuando participaba en el relevo y uno de los manifestantes pro Tíbet se la intentó quitar y causó heridas leves.
El ex primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin y el presidente del Senado, Christian Poncelet, viajaron a Pekín en abril para intentar reducir las tensiones entre Francia y China, aunque el presidente chino, Hu Jintao, les transmitió que incidentes como los de París ‘hirieron los sentimientos de los chinos’.