El sector comercial en Córdoba se empieza a resentir. «Detectamos cierto estancamiento, aunque los medianos y pequeños comercios todavía no han empezado a notar los efectos», declara Juan Torres, delegado de Comercio y Turismo de la Junta en Córdoba. Desde la llegada de la llamada crisis inmobiliaria y financiera, ésta es la primera vez que un responsable de la Administración reconoce que los comerciantes empiezan a padecer la falta de liquidez de las familias y el generalizado clima de incertidumbre.
Los mensajes son, de momento, de prudencia y aviso a los profesionales. Torres aseguró ayer que «no estamos preocupados, aunque si esto se mantiene en el tiempo habrá problemas». Parece que las cifras macro que publica cada mes el Instituto Nacional de Estadística calan gota a gota en la realidad diaria de Córdoba. Y es que el IPC, lo que cuesta la vida, lleva ya muchos meses por encima del 4%. Según los datos conocidos hace pocos días, la inflación se ha disparado en marzo hasta el 4,6%, un nivel desconocido en la última década, impulsado por la subida de precios en el calzado y el vestido.
Ayer se celebraron en Córdoba las jornadas sobre planificación comercial en Andalucía en el periodo 2007-2010. En una reunión entre miembros de la administración autonómica, empresarios y sindicatos, se discutió sobre dos modelos diseñados en las últimas fechas. Son el tercer plan andaluz para perfeccionar el comercio y el segundo plan autonómico de estrategia comercial.
Según Juan Torres, «nuestros comerciantes están bien preparados aunque siempre les recomendamos que estén alerta y mejoren cada día, por lo que pueda ocurrir».
Las grandes superficies son otras de las preocupaciones del sector. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, se ha comprometido con las pymes a que el número de festivos que se permite trabajar en Andalucía no pasará de ocho. Además, las condiciones exigidas para la implantación de estas potentes marcas se endurecerá. La Junta les exigirá un estudio de su impacto inmediato y futuro, medidas compensatorias, y un programa sobre el funcionamiento comercial de la zona donde pretendan instalarse. Aún así «la Unión Europea marca unas normas muy claras para que se permita el libre comercio», destaca el delegado provincial del ramo.
En los últimos meses, Córdoba empieza a asistir a grandes desembarcos como el Hipercor de Turruñuelos, el Decathlon en el polígono de la Carretera de Palma del Río y el nuevo centro de El Corte Inglés en la calle de Jesús María. Juan Torres considera que «el sector de la alimentación ya está bien cubierto», y apunta al «bricolaje y el automovilismo como los campos, quizás, más interesantes y necesarios en Córdoba».
Esto confirma los rumores que, desde hace tiempo, señalan la llegada de Leroy Merlín a la capital. No obstante, el responsable de Comercio y Turismo también tranquiliza a los pequeños propietarios asegurando que «Córdoba es una provincia muy bien compensada por la dispersión de las grandes superficies».
Grandes superficies.
Por cierto, ayer los sindicatos también se manifestaron «a favor de la llegada de las grandes superficies siempre que no se pierda el mercado tradicional», declaró Fermín Rodríguez, secretario andaluz de Comercio de Comisiones Obreras. El sector también está intranquilo por el efecto de la crisis en el empleo. «No estamos en esa situación», dijo Juan Torres.
«Por el momento no se destruye empleo, pero estamos preocupados por la precariedad», avisó el responsable de CC.OO. Los sindicatos también expresaron su temor a que el fomento de las grandes superficies «cree trabajo pero sólo temporal», respondió Fermín Rodríguez.
En todo caso, todos coinciden en que el ritmo de crecimiento, de un 80% en los últimos 12 años, es ya insostenible.