La multinacional sueca Ikea inauguró ayer la ampliación del centro de distribución de Valls (Tarragona) con la nueva nave Valls-2, en el polígono industrial de la capital del Alt Camp. La inversión es de 60 millones de euros. El recinto, de 65.000 metros cuadrados, tiene una capacidad de 131.000 metros cúbicos y cuenta con 69 puertas para la descarga de camiones. También cuenta con 11 grúas capaz de mover 400 palets por hora. Valls-2 permitirá gestionar 750.000 metros cuadrados de mercancía de entrada y salida.
El conjunto de Valls-1 y Valls-2 suman una capacidad de gestión de 2,8 millones de metros cúbicos de mercancía anuales. Mensualmente, se calcula descargar unos 1.500 contenedores y 200 camiones entre los dos centros que, a su vez, emitirán 1.900 camiones con material hacia los trece centros que Ikea tiene abiertos en España.
La nueva área de distribución incorpora un sistema totalmente mecanizado de almacenaje denominado Silo. La estructura tiene 34 metros de altura y capacidad para 85.000 palets, distribuidos en 19 niveles y permite así aprovechar el espacio al máximo. La recogida de los palets es robotizada y automatizada para trabajar ininterrumpidamente.
El centro de distribución de Valls abastecerá las próximas tiendas que se abran en la Península, un total de 43 en el año 2020, según los planes estratégicos de la empresa que explicó ayer el director general de Ikea Ibérica, Peter Betzel.
La compañía abrirá pronto su tercer centro en Catalunya, en Sant cugat del Vallès y negocia con varios ayuntamientos la instalación de un cuarto en “Girona o en Tarragona, depende de muchos condicionantes”, dijo el director.
En total, la compañía sueca proyecta un total de seis centros, contando los ya abiertos, en Catalunya.
Esta “apuesta por Catalunya” que agradeció Joaquim Nadal, conseller de Política Territorial y Obres Públiques de la Generalitat obedece a la “situación estratégica” de Valls, desveló el director general, “muy cerca de los puertos de Barcelona y Tarragona y de las autopistas”.
Está situado a 20 kilómetros del puerto de Tarragona, aunque el puerto principal por dónde se abastece es el barcelonés, a 90 kilómetros.
Nadal y la alcaldesa de Valls, Dolors Batalla, no obviaron en sus discursos que todavía existe un gran déficit de infraestructuras –la autovía Tarragona-Montblanc, que pasa por Valls, es un buen ejemplo- pero que eso ofrece también unas grandes “perspectivas de crecimiento”, aseguró Batalla.
El discurso del subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan María Abelló, enfatizó los grandes proyectos previstos o en marcha en esta materia: el tercer carril de la autopista AP-7, el desdoblamiento de la N-340, la A-27, el AVE, el Corredor del Mediterráneo o las “fuertes inversiones en el puerto de Tarragona y el aeropuerto de Reus”.
Nadal afirmó que Catalunya debía inspirarse en el modelo socieconómico sueco. Un país de nueve millones de habitantes que “nos ha enseñado que para mantener un estado del bienestar primero hay que generar riqueza”. De esta manera, recogía el discurso de la cónsul del país nórdico, Kristina Stenhammar, quien elogió que “Ikea ha difundido la marca Suecia”.
Nadal se felicitó especialmente por el crecimiento de Ikea, que ya instaló Valls-1 en el año 2003 y desveló que la firma sueca posee otra parcela adyacente a Valls-2 que le permitiría “doblar su actual capacidad”, además de “opción de compra de otra parcela”. El conseller, a preguntas de los informadores, negó que el precio del suelo sea el factor determinante que el sector logístico derive hacia Tarragona en detrimiento de Barcelona. “A las empresas les importa mucho más la situación estratégica que el precio”, consideró.
Ikea ha generado 350 puestos de trabajo directos y ha hecho una bandera del respeto al medio ambiente. Valls-2 pondrá en marcha, como ya tiene el primer recinto, el denominado proyecto ‘R’ para reciclar los residuos de la actividad logística y de distribución.