El grupo francés Carrefour mejoró un 1,4% su beneficio en 2007, al registrar 2.299 millones de euros, según confirmó ayer la compañía. Pese a que no se puede hablar de estancamiento, y pese a que se encuentra en pleno proceso de reestructuración de su accionariado, lo cierto es que el mayor grupo minorista de Europa está preparando una serie de actuaciones para mejorar su presencia en el mercado y crear valor para sus accionistas.
La primera será entrar en el sector inmobiliario sin que parezca asustarle la situación que atraviesa este mercado, y la segunda reunificar todas las marcas en Francia. Para ello, destinará entre 1.000 y 1.500 millones en el cuarto trimestre del año. Junto a estas medidas, el grupo también tiene previsto sacar a Bolsa su filial «Carrefour Property», poniendo en el mercado -cuando las condiciones sean más propicias- 3.000 millones de euros de capital social.
De momento, Carrefour anunció un dividendo por acción de 1,08 euros para 2007, lo que representa una retribución al accionista del 40%, que será abonado el 3 de abril. Estos anuncios fueron bien acogidos por la Bolsa francesa, como lo demuestra que pese a que el índice CAC.40 cedió ayer un 1,65%, los títulos de Carrefour fueron de los pocos que acabaron con signo positivo al obtener una subida del 4,09%.
Analizados los resultados del pasado ejercicio, se puede decir que el comportamiento del grupo fue desigual. Así en su mercado doméstico (Francia) el resultado operativo cedió un 5,7% con respecto al ejercicio precedente, al obtener 1.556 millones de euros, mientras que en el resto de Europa aumentó su resultado un 1,2%, hasta los 1.216 millones.
El precio de la competencia
La principal razón esgrimida para explicar estos datos es que el impacto de las inversiones con el fin de ser más competitivos en el mercado tuvo que ser compensado con un mayor margen en los productos no alimenticios y una mejora de los costos logísticos.
Dentro de la cuenta de resultados cabe destacar que la facturación en 2007 alcanzó los 82.148 millones, un 6,8% más que en 2006, de los que 37.621 millones se obtuvieron en el mercado francés (un 1,1% más que un año antes); otros 30.837 millones se correspondió con las ventas realizadas en el resto de Europa, con un aumento del 6,9%; otros 8.221 millones en el mercado iberoamericano (lo que supuso un 38,5% más que en 2006) y 5.480 millones (un 11,6% más) en Asía. En total sus ventas en los países emergentes han supuesto el 25% de su facturación.
Las previsiones para 2008 auguran una etapa de «crecimiento rentable», estando previsto un aumento de entre el 6 y el 8% del volumen de negocio.